Las redes sociales y nuestra responsabilidad como creadores de contenido

Depresión, ansiedad, baja autoestima, estrés, problemas para dormir, egocentrismo y otros síntomas pueden ser algunos de los efectos colaterales de las redes sociales en la salud mental. Estos problemas tienen su raíz en aspectos culturales, biológicos y sociales, aun así, ¿nos hemos cuestionado si estamos listos para poner límites en la manera y tiempo que dedicamos al consumo de estas?

Según las estadísticas de Hootsuite, en México, el 78.3% de la población hace uso de las redes sociales debido a que son fundamentales en nuestra vida diaria, ya sea por ocio, trabajo o educación. Hacer uso de ellas es algo indispensable para vivir en sociedad; por lo tanto, deberíamos tener más precaución en la producción y consumo de los contenidos.

Aunque tratamos de dejar en claro que muchas de las cosas publicadas no son reales y solo son pequeños montajes que se crean para dar a conocer solo lo que queremos de nuestra vida, inconscientemente llegamos a idealizar un estilo de vida, un producto o una imagen hasta el punto de afanarnos por aparentar la vida ideal. ¿Qué tan bueno es esto para nuestra salud mental? 

Es por eso que nosotros como creadores de contenidos tenemos la responsabilidad de ser cuidadosos con el tipo de mensajes que queremos transmitir a nuestra audiencia. Podemos ser un factor clave para reducir estos problemas y producir contenido de calidad que cree conciencia y genere armonía con receptores para así poner en la mesa la reciente discusión sobre si realmente representan un peligro o solo estamos teniendo un uso inadecuado de ellas.