Las Fake News y el poder de las redes en la opinión pública

Las Fake News pueden ser tan contagiosas como algunos virus biológicos. El ejemplo más cercano que tenemos en la actualidad se vivió con la llegada del coronavirus COVID-19. Las Fake News no sólo se han utilizado para desinformar si no también para influenciar a sus consumidores, por ejemplo la noticia en la que se mencionaba que el Papa Francisco apoyó a Donald Trump y nos mostró cómo este tipo de información puede llegar a influenciar en la sociedad.

El término FakeNews es utilizado para conceptualizar la divulgación de noticias falsas que provocan un peligroso círculo de desinformación. Las redes sociales permiten que los usuarios sean productores y consumidores de contenidos a la vez, y han facilitado la difusión de contenido engañoso, falso o fabricado. Así se genera un circuito vicioso, y una noticia falsa se replica miles de veces en cuestión de segundos.

Un reporte de Hootsuite muestra que del año 2014 a la fecha hubo un incremento de 1 hora en el uso diario de plataformas como Facebook, YouTube, Instagram y Whats app transformando a estas herramientas en los principales medios de información que utiliza gran parte de las personas.

Documentales como The Social Dilemma ("El dilema de las redes sociales") y Nada es privado" (The Great Hack) de Netflix exponen que “Los datos hoy por hoy se han convertido en el activo más valioso del mundo” y empresas como Facebook utilizan la información sobre lo que a la gente le gusta, con quién interactúa o qué publica.

Con la intención de implantar información en las redes sociales de las personas, tal como lo sucedido en la campaña política de Donald Trump de 2016 y la campaña Leave EU sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) mucha de la información que surgía entorno a estos temas fue catalogada como Fake News y eran creadas por colaboradores o grupos vinculados a estas corrientes políticas, que tenían como objetivo principal influir  en la opinión pública, no mediante persuasión, sino mediante dominio informativo.Generando división y en casos más extremos la confrontación entre distintos sectores de la sociedad, las Fake news llegaban a los usuarios y éstas eran compartidas entre sus contactos por medio de sus cuentas de redes sociales que a la vista de sus amigos o seguidores se volvía información fiable por ser compartida por un usuario conocido.

En resumen, nuestra obligación como generadores de contenido y usurarios de las redes sociales es poner atención en las fuentes que utilizamos para obtener información, ser lo suficientemente éticos y críticos de las fuentes utilizadas; así como generar conciencia del alcance que tienen estas herramientas tecnológicas para evitar la propagación de las llamadas Fake news.

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